El lunes 22 de enero, el NTI referido a problemáticas fronterizas de Latinoamérica y Chile adscrito a la Escuela de Ciencia Política y RR. II., reunió a los investigadores involucrados directamente en él, provenientes de la unidad académica consignada, más investigadores del Instituto IDEA de la USACH, los cuales analizan realidades nacionales de la región cuando de pensamiento y filosofía política se refiere, a saber, Juan Pablo Vázquez y Juliane Rodríguez. También se sumaron estudiantes tesistas y ayudantes del Núcleo en cuestión. La cita tuvo por propósito problematizar la cuestión fronteriza desde las experiencias exitosas de gestión desde estos espacios en las escalas referenciadas, teniendo como base la propuesta de investigación que permite al Núcleo.
Desde esa perspectiva el profesor Juan Carlos Aguirre indicó que una cuestión fundamental para el abordaje de la problemática fronteriza, entre otras dimensiones tiene que ver con los paradigmas de las relaciones internacionales. En la medida que se escoja o escojan los convencionales se tendrá como resultado una cualificación de éxito o fracaso en la gestión de los espacios fronterizos. Implican los neorrealistas y/o funcionalistas, los cuales contienen prácticas de política internacional nacional o regional funcionales a procesos de integración donde las dinámicas del mercado global y nacional son uno de los ejes de las mismas. El constructivismo, paradigma que se erigió como critico respecto de los enfoques convencionales, tiene que convivir con otros, como los colonialistas – decolonialistas de las RR. II., los que permitirían otras perspectivas de análisis sobre la gestión exitosa de los espacios transfronterizas.
El profesor Andrés Angulo, coincidiendo con ello, agrega la necesidad de resituar el análisis en la clásica descripción de las relaciones internacionales ‘centro – periferia’ para comprender el cómo se logran las gestiones de estos espacios. Se pregunta qué opinan los Estados nacionales periféricos respecto del acuerdo entre China y CELAC, considerando que la CELAC es una expresión institucional integrada por los mismos países periféricos ‘colonizados’ se indicará. A ello, hay que agregar la importancia que tiene el, “de desde dónde se piensan los espacios de fronteras”. Regularmente, la reflexión y la acción tienen que ver con el centralismo de los Estados y no con las dinámicas territoriales que se encuentran vivenciando la espacialidad transfronteriza. Allí la dimensión paradiplomática encuentra oportunidad de desarrollarse, pero desde la debilidad que permite el centralismo de cada uno de los estados. Se denota la ausencia de una política pública/estado de relaciones internacionales, estando la misma sometida en más de una oportunidad a la discrecionalidad de los gobiernos de turno de uno u otro país, ello en la generalidad, pero, además en la particularidad de las fronteras.
Por otra parte, el profesor Juan Pablo Vázquez, consignó una clásica pregunta que por obvia, en más de una oportunidad no se le valora en la importancia estratégica que tiene, ello muy en consonancia en las relaciones ‘Centro – Periferia’… ¿gestión de espacios fronterizos exitosos en la medida de qué o de quién? La pregunta importa porque la condición de éxito de las fronteras con Argentina, es funcional a qué capitales y a qué actores políticos.
En esta discusión se sumaron las reflexiones del geógrafo Alejandro Ahumada, integrante también del NTI, el que indica que la inexistencia de una política de desarrollo de fronteras y límites explica, además, las exitosas experiencias relativas en términos de gestión fronteriza.
Además, coloca en valor una dimensión que regularmente se encuentra ajena en la discusión de los espacios fronterizos por lo menos desde las coberturas académicas, y es el referido a las dinámicas propias del océano y su batimetría, las que combinadas permiten espacialidades donde los estados ribereños a los océanos gestionan reivindicaciones que se encuentran en contradicción con organismos internacionales, y a veces con otros estados. En ese sentido, las 200 millas, los fondos oceánicos, las reclamaciones que se encuentran más allá de las 200 millas asociadas con las plataformas continentales extendidas e inclusive la cuestión antártica, no se significan como zonas transfronterizas, reduciéndose, sino todo, una gran parte, a las dinámicas terrestres y aéreas. En esta reflexión se instaló otro tema determinante, cuál es, el interés nacional, rasgo muy funcional a la Razón de Estado, el que a su vez, no necesariamente se encuentra declarado explícitamente en documentos oficiales. En ese sentido lo que más se estaría acercando, es lo que ofrece el Libro de la Defensa Nacional de Chile. Se indica que el concepto es ‘flotante’, cuestión que, según indicó Juan Carlos Aguirre, citando a Luciano Tomassini, se asocia a la inexistencia del interés nacional, ya que todo se reduce a los intereses de grupos nacionales e internacionales.
Finalmente, se consignó la importancia ineludible que tiene el Estado en cuanto institución, ya que con sus luces y sombras, cuando de temas fronterizos se refiere, es el actor fundamental en las diversas materias que demandan las zonas fronterizas. Esto, en orden a indicar que la relativización del mismo pareciera ser más discursiva que real, por lo menos así lo demostraría la experiencia nacional e internacional. En esa línea también se agregó, que desde la sociedad civil, sobre todo la que no se encuentra vivenciado el hecho transfronterizo, descansaría en el rol y función del Estado en estas materias, no siendo, por lo tanto un tema a considerar, tributario, además, al sistema político.
En síntesis, la actividad permitió situar y resituar conceptos y enfoques instalados en la propuesta investigativa, los cuales tributarán en el levantamiento de información y organización de actividades de extensión académica según propone la investigación.