Fronteras estatales ¿más vigentes de lo que parecían?: ¿y qué pasa con los procesos migratorios?

La Escuela de Ciencia Política y RR. II. organizó, el pasado 27 de junio, un conversatorio referido a las relaciones entre el fenómeno fronterizo y las dinámicas migratorias en la experiencia chilena fundamentalmente. Para ello se tuvo oportunidad de conversar con Isabel Soto, Candidata a Doctor en Trabajo Social por la Universidad de Montreal, Canadá; Profesor Andrés Angulo Farmer, experto en relaciones internacionales de nuestra Escuela y con el Dr. Pedro  Manuel Rodríguez Suárez de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México.

Isabel Soto, indicó la importancia de conocer integralmente el fenómeno migrante en Chile, y no sólo circunscribirlo a la gestión de residencia y control aduanero que es lo que se ha hecho desde el Estado de momento. En esa línea, se inscribiría la acción del actual gobierno, cuando vía Decreto Presidencial modifica el mecanismo de gestión de estas acciones rutinarias institucionales concretando, además una discriminación que podría denominársele racista por el acto discriminatorio sólo a los nacionales provenientes de Haití cuando de la temporalidad de residencia se refiere. Es taxativa en señalar la importancia del principio ‘Derecho Humano a la Migración’ para el actual proyecto de ley que aún se encuentra en el ejecutivo. Ello, no sólo permitiría impedir prácticas discriminatorios por raza, sino que el ajuste de tipo institucional para el abordaje integral de la población migrante, la cual hoy, ante su desprotección, mayoritariamente se encuentra gestionada desde la Sociedad Civil, sea por medio de las diversas iglesias que se encuentran desplegadas en los territorios comunales, o bien ONGs que temática y políticamente se han dispuesto en estos registros. Indica que, desde lo político práctico, la cuestión es sensible, dado que el gobierno, tras la acción discriminatoria contra los nacionales haitianos subió en las encuestas, hecho por lo tanto que puede transformarse en un incentivo para continuar la práctica, no sólo desde el ejecutivo, sino que desde el legislativo y el sistema de partidos, sobre todo, de los más conservadores.

Por su parte el Dr. Ramírez, expuso sobre la realidad migrante en Europa y México, asociando en el caso de las dinámicas europeas, la emergencia de partidos de extrema derecha, los cuales tienen entre sus definiciones políticas, oponerse a los procesos migratorios por una cuestión cultural como económica (empleos y producción). En lo general, reflexionó sobre la madurez que se tiene para enfrentar este tema a partir de los procesos de integración territorial regional europea (unión Europea), los cuales permiten una porosidad o flexibilidad más evidente de las líneas fronterizas, siendo la minimización (ausencia total) de trámites aduaneros para la movilidad de personas, una muestra de ello. Tal madurez no implica la inexistencia de resistencias políticas y sociales, sobre todo nacionalistas que se encuentran sintetizados en los partidos de las derechas más extremas, donde la xenofobia y racismo asociado, logran adherencia política significativa. Cabe indicar que tal cuestión es contradictoria con la baja tasa de natalidad que muestran los países receptores. En el caso mexicano, a propósito de la relación con el gobierno de Trump, se muestra crítico producto de la política completa y absolutamente discriminatoria contra México y Latinoamérica, sin embargo, llama la atención de cómo opera el pueblo mexicano cuando de migrantes latinos pero también, los provenientes de otras latitudes, se refiere. Es una oportunidad política de reconocerse estado receptor de migraciones y no replicar las prácticas que se denuncian contra los EE. UU.

Finalmente el profesor Angulo, realiza una descripción de las relaciones internacionales del fenómeno, donde se entremezclan diversas variables que van desde elementos históricos hasta sociales para entender, hoy en día, el proceso migratorio y los efectos en Chile. En primer lugar, estas corrientes migratorias no son nuevas sino responden a diversas etapas dentro de la

historia del sistema internacional, lo que responde tanto a relaciones de poder como a la necesidad de alcanzar territorios y recursos. Asimismo, este proceso varía en el tiempo, considerando la propia conformación de los Estados, como la organización de estos (como es el caso de la migración campo ciudad) y su desarrollo, caso en el cual la migración o la llegada de nuevos habitantes se hacen necesarias como el caso de América en general. Sin embargo, y tal vez producto de crisis políticas y sociales vividas en diferentes lugares del planeta en la última década, se visualiza una masiva, y a la vez mediática, presencia de inmigrantes, lo cual provoca efectos colaterales de tipo político, social y económico como observamos en Italia y, recientemente, en Estados Unidos donde se ha llegado a generar políticas que implican separar familias y acrecentar diferencias con sus países vecinos. Uno de los aspectos que nos atañe es la discriminación de origen o color de piel donde se combinan elementos de clasismo, racismo y pobreza. En tal sentido, ello es notorio en sectores más permeables a la llegada de inmigrantes pero que no se produce por habitantes que comparten una frontera. Por otra parte, se refirió al riesgo de que actores políticos contrarios a la migración utilicen este expediente para fortalecer sus posiciones políticas.